viernes, 8 de febrero de 2013

La gran travesía, capítulo 9.

Por Yop.

A ver, en dónde nos quedamos la vez pasada...
... Oh, wait, esto no será fácil...



"Un frío inmenso nos invadió a Cello y a mí, y el brillo de Ukt se tornó más claro, como si tuviera demasiado miedo. Algo de verdad aquí no andaba bien...

- Ukt, no está hablando en serio, ¿verdad? - pregunté, con un poco de pánico-
- Lamentablemente, dice la verdad. Yupi fue mi primer alumno, incluso antes de llegar a la Tierra. Sucedió hace mucho...

<<A nuestro planeta llegaron a parar unos humanos heridos, provenientes de un planeta destruido: Etiopi. Era un grupo pequeño, pero todos estaban siendo guiados por un soldado valiente de nombre Damian. Damian era demasiado joven cuando lo conocí, eso fue hace dos y medio años terrestres. Él y su grupo de sobrevivientes se radicaron en mi planeta y de a poco fueron recuperando sus energías. De a poco también fui acercándome a su líder, quien tenía su alma destrozada. Desconocía por qué era que él y su gente habían llegado a Ryukai 56 en una nave tan atacada. Fue así que decidí que conversáramos.

- Noble guerrero de Etiopi, la presencia de tu gente en nuestro mundo nos es muy grata, pero necesitamos razones de tu escape.
- ...
- Noble guerrero de Etiopi...
- Ya escuché. Sordo no soy, déjame un momento. ¿No pueden ver que estoy mal? ¿Acaso no pueden entender mi dolor? No pude salvarlos a todos, soy un fraude... No merezco el título de guerrero... - dijo Damian y se quitó su banda de milicia-
- Mira... - dije, y me acerqué a Damian- Debes aprender a confiar en la gente, o al menos en nosotros, los ektorianos, pues, lo quieras o no, es lo único que te queda ahora, junto con tu gente.
- ... Fueron de Necrodia... Vinieron en masa, devastaron toda mi preciosa Etiopi... Se lo llevaron todo, niños, ancianos, mujeres, jóvenes... Tuve un poco de tiempo para reunir a los que más pude antes de escapar y ver con dolor cómo mi mundo se reducía a escombros...
- ¿Necrodianos atacando Etiopi? ¿Y es que aún no se ha informado nada a los de Deitos?
- No pudimos escapar por la Estación, los necrodianos la destruyeron primero junto con los guardianes... Y el vuelo de esta nave terminó siendo errático, nuestro rumbo fue alterado. Es por eso que llegamos aquí.
- Necesitamos entonces informar a Deitos de esta situación. No pueden andar aún sueltos los de Necrodia. Esto debe parar ahora.
- Mira, ektoriano... Hagamos lo que hagamos, no va a cambiar en nada lo que ya ocurrió. Etiopi está reducida a polvo, y nosotros 14 somos los únicos sobrevivientes de esa masacre. Lo que hagamos ahora no mitigará nuestro sufrimiento, ni lo hará más soportable.
- Lo que digas, etiopiano. Pero ten en cuenta lo que las almas destrozadas quieren. No es por llamar al poder, pero Necrodia ya lleva demasiado tiempo haciendo lo que se le venga en gana. ¿No crees que es hora de que Deitos se encargue? ¿O qué, dejarás que le ocurra a más planetas como el tuyo? - me acerqué rápidamente a devolverle su banda de guerrero- Dime, etiopiano... ¿Qué te importa más? ¿La supervivencia de tu especie o la vida de otros inocentes?
- ...
- Lo supuse. Clásico efecto post-trauma - dije, y me iba a retirar cuando Damian me detuvo-
- Espera, ektoriano... ... No, no puedo dejar que pase... No soportaría ver a otros mundos en esta misma situación, o peor... Que no quedara vestigio alguno de su existencia... No sería agradable que esto le sucediera a otros, y que por un capricho no decidiera detener esta situación... - Damian tomó su banda de guerrero y se puso de pie- Mi nombre es Damian, comandante de las fuerzas especiales de Etiopi, y estoy dispuesto a hacer lo posible para que esta situación de devastación llegue a su fin.
- Esa es la actitud de un verdadero guerrero. Haces orgulloso a tu pueblo, Damian - dije, y me apresuré a concederle un Guantelete Satélite en su derecha-.
- ¿Y esto? - dijo él, enfocándose en su mano derecha-
- Representa la fuerza de tu alma, valiente guerrero de Etiopi. Úsala con sabiduría, como supiste abordar el tema anterior. Ahora, ven conmigo, que debemos partir a Deitos.
- ¿Y tu nombre, cuál es?
- Ukt es mi nombre, y represento a la Gran Línea Ektoriana de Ryukai 56. Estas en buenas manos conmigo.

Luego de eso, ambos partimos a Deitos, en un viaje de 2 días terrestres. Al llegar allá, les contamos entre ambos que Necrodia había destruido Etiopi, a lo que la Fuerza Galáctica Eterna reaccionó, enviando a los Borradores, que también se les llama "Reseteadores" a erradicar la raza necrodiana y todo vestigio de ella. Se reportó ese mismo día que la civilización necrodiana había desaparecido por completo, a causa de la destrucción de su planeta de vida y de una infección maldita conocida como la "petroinfección desvanecedora". Es una infección de los Borradores, que infecta solo a los habitantes de los planetas que borra. Esta enfermedad se genera de forma espontánea, y petrifica de forma lenta a sus huéspedes, para luego convertirlos en polvo. Una erradicación completa.

La cosa es que al volver a Ryukai 56, comencé a entrenar a Damian. Lo entrené al punto que aprendió a usar los Breaks Estelares como un profesional. Juntos exploramos diferentes planetas de vida usando la Estación de mi planeta, revisando la exitosa erradicación de la raza necrodiana. Hasta que llegó un día frío, la guerra de los 10 días en Ryukai... Tuve que dejar a Yupi en otro mundo hasta que el nuestro fuera seguro para su gente y para nosotros... Su gente fue llevada a otro lugar por los rebeldes, tal vez ese fue el efecto más grande que tuvo en él, que al partir, se volteó a mí con cara de desprecio...>>

- ... No supe nada más de él hasta ahora.
- ¡Era todo tu plan, mandarme lejos de mi gente! - gritó Damian-
- ¡Tenía que protegerte! ¡Los rebeldes te iban a matar si seguías!
- No, no... Era todo tu plan... ¡Pero ahora sí que te vas! - dijo Damian y se precipitó hacia Ukt, pero Nathan se interpuso en su camino, bloqueándolo con sus Guantes Kitsune- ¡Agh! ¡Quítate del camino!
- Tócales un pelo y te mueres aquí mismo, etiopiano - dijo Nathan, decidido-
- Dije... - Damian le propinó un disparo cargado que sacó a volar a Nathan lejos- ... que te quitaras del camino.
- ¡Oh, no, Nathan! - dije, y me apresuré a buscarlo, llevándome a Cello y a Ukt conmigo-
- Ah, no, tú no te me vas con Ukt... - dijo Damian, y lanzó un disparo hacia nosotros, que Cello bloqueó fugazmente con su Rjodrik-
- ¡Ni que lo pienses, vengativo frustrado! ¡Ahora corre, Illius! ¡CORRE CACHULO! - dijo Cello, y seguimos corriendo unos cuantos metros más para hallar a Nathan, siempre sonriendo, botado en el piso-
- ¿Estás bien? Ese fue un gran golpe... - le pregunté a Nathan-
- Sí, no fue nada, en realidad. Pareció que volé mucho. ¡Oh, ahí viene de nuevo! ¡Hola, intento de homicida! - gritó Nathan a Damian, que venía en camino hacia nosotros, a lo que me apresuré en callarlo-
- ¿¡Y tú quieres que nos maten a todos?! - le grité a Nathan mientras le tapaba la boca-
- Por mí, que así sea... - dijo Damian, quien comenzó a cargar otro tiro-
- ¡¡¡ESPERA!!! - grité desesperado-
- ¿Y ahora qué? - dijeron todos-
- ... No tienes por qué matarnos, Damian... Ukt está haciendo todo lo que en su esfuerzo lleva para salvar a este planeta... Estoy seguro que si ustedes se hubieran conocido antes de lo del accidente de Etiopi, esto tal vez no estaría pasando. Nuestro mundo está corriendo el mismo peligro que el que alguna vez corrió el tuyo, pero nosotros estamos enfrentando el desastre antes de que ocurra... Porque sabemos que va a ocurrir. Necesitamos de la ayuda de todos los que se puedan, por favor... Recapacita...

Damian no escuchó, y con mucha rabia disparó directo hacia mí. Conseguí cambiar la dirección del disparo a tiempo con mi Arcadia.

- ... Con que esas tenemos... No cabe duda que requieres de muchísima valentía para hacer eso, ¿no es así? - dije, y me precipité a luchar contra Damian. Esta vez se había vuelto personal-
- ¡Hazlo, Illius! ¡Mátalo, mata a ese... etiopiano! - gritó Cello, en un ánimo de porra para mí-

En seguida comenzó otra pelea intensa. No había pasado demasiado tiempo desde que habíamos peleado, sin embargo, yo ya sabía cómo abordarlo. De a poco comencé a acercarme con cortes rápidos y fuertes, evitando sus golpes y atacando sus puntos desprotegidos. Y cuando quería atacar con fuerza, iba y le disparaba su buen Tiro de Plasma para seguir haciéndolo retroceder. Pero llegado a un momento, Damian se hizo más hacia atrás, y volvió a romper un sello. Estaba cargando un Break Estelar.

- ¡Esta vez que no fallo! ¡Cañón X! - dijo, y de su brazal volvió a salir ese brillo amenazador-
- ¡Es inútil, no puedo sacarnos de aquí! ¡Estamos condenados! - dijo Ukt-
- ¡Ah, no, eso no queda así! ¡A ver qué demonios sale! - dije yo en un apuro-

Me precipité a seguir el patrón en mi guante, dibujando con mi izquierda el círculo y la estrella inscrita, cuando el símbolo brilló en una luz dorada, y mi Arcadia brilló en un fuego verdoso esmeralda. Las caras de todos quedaron pasmadas con ese efecto, pero yo sabía que faltaba algo... Así que me arriesgué.

- ¡Oye, etiopiano! ¡TRÁGATE ESTA! - dije, y de un swing al aire de mi sable salió una gigantesca onda expandida de tonos azules y verdes, como de fuego, en dirección al Peleador. El rayo del Cañón X fue detenido de forma impresionante por mi onda rara, dejando atrás un humo gigantesco. Cuando el humo se disipó, Damian ya no estaba. De seguro había huido.

Algo es seguro de todo, y es que ese día aprendí a usar mi propio Break Estelar, el número 7, el Filo de Flama."

Qué? ¡QUE SIGA, NO TE QUEDES INTRIGAD@!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario