martes, 12 de marzo de 2013

La gran travesía, capítulo 11.

Por Yop.

Es una enorme escapada de una semana un poco ajetreada, por lo que ahora me decidiré a deleitarles con otro gran capítulo de "La gran travesía". Recuerden lo clásico:
"En lo que seguíamos descendiendo, notamos algo impresionante a simple vista. Si bien habíamos visto esos edificios brillantes y hermosos, no notamos que antes venían algunas cuantas localidades pueblerinas... Por lo que nuestro descenso se tornó algo decepcionante. Es incómodo decirlo de esa forma, considerando la energía que teníamos cuando empezamos a bajar la loma. En fin, seguimos bajando.

La curiosidad se tomó el cuerpo de Cello, porque no paraba de preguntarse lo que acababa de realizar. Todo un hito, si permiten mi palabra, ese Break de seguro nos será muy útil en situaciones incómodas.

- Y, ¿nadie tiene nombre para...
- Invierno Colosal - dijo e interrumpió Ukt antes de que Cello pudiese terminar su pregunta-. Tu Break es Invierno Colosal, número 3. Una "tormenta de granizos gigantes" que apabullan a todo enemigo posible. Esto por un gran deseo de abarcar todo espacio posible, dejando al enemigo sin chance alguna. Ese es tu Break. ¡AHORA CALLA! - gritó, y se devolvió a mi reloj-
- Ta bueno, ta bueno, yo no más quería saber... - dijo Cello, algo desaireado-
- Wow, lo de que la ciudad quedaba más lejos en realidad nos afectó, ¿no es así, Nathan? - dije yo, mientras miraba a Nathan- ... ¿... Nathan?
- ♪ He visto a un conejito, saltar con gran pasión, y mientras salta sin cesar, él canta esta canción ♪ - cantaba Nathan alegre dando saltitos. Yo no lo podía creer...-
- ... ¿... En serio? - dije con cara de "¿me estás tomando el pelo?"-
- Chico, ese Fulmi en realidad tiene un tema... - me dijo Ukt desde el reloj-
- Un tema por demás alegre - dije, con desánimo-.

Cuando llegamos abajo, nos hallamos frente a un camino, el cual pasaba, convenientemente por los tres sitios, los dos pueblecillos y la ciudad que tanto esperábamos visitar. Hicimos paso veloz y raudo y nos dirigimos hacia el primer pueblo, sin temor a nada, hasta que...

- ¡Centinelas! ¡Hola! - les dijo Nathan, en voz alta. Ukt lo bajó en un instante con gravedad-
- ¿¡QUIERES QUE NOS MATEN, SESOS DE PESCADO?! - le gritó Ukt a Nathan, liberándolo-
- Pescado, lo que daría por comer ahora, me muero de hambre... - comentó Cello-
- ¿¡Quieres concentrarte?! ¡Hay Centinelas al frente! - dije, y me preparé a combatir-

El combate duró bastante poco, pese a lo armados que estaban los Centinelas. Nos dimos cuenta de que, en realidad, eran secuaces bastante menores y debiluchos, si hasta Nathan los partía a golpes y yo podía rebanarlos en un tris. Cello era quien menos drama tenía, qué, si de un swing de su Rjodrik eliminaba a tres a la vez...

Así fue como tuvimos que abrirnos camino por el primer pueblo, así es, a mano limpia- digo, arma. Arma limpia. Explosiones, partes robóticas volando por aquí y por allá y por todas partes. Era divertido pelear contra ellos. Y si nos golpeaban, ocurría algo de lo que no me había percatado antes...

- Oye, Ukt... - dije, mientras rebanaba a otro Centinela-
- ¿Sí, Yop?
- ¿Por qué es que los ataques enemigos no nos dejan marca? - pregunté, luego de haber rebanado completamente a mi contendiente-
- Por el Guantelete, por eso.
- ¿Qué tiene que ver el Guante? - dije, ya más relajado-
- Pues, verás... - oh, no, otra explicación de Ukt...-

<<Por cada Peleador Estelar existe un Guantelete Satélite. Este Guantelete no solo cumple el objetivo de revelar el arma predilecta de su usuario, sino que además se encarga de protegerlo con su energía. Ustedes no lo notan, pero sobre ustedes hay una fina capa protectora que los cuida de todo daño físico, contusión o corte que los ataques enemigos les puedan causar. Ahora, este escudo no es eterno, y solo funciona si el Guantelete está en su Peleador. Si llegase a romperse este escudo, ustedes quedarían expuestos a todo daño físico aplicable, y sí, nada los salvaría de un eventual ataque mortal. Y si eso llegase a pasar, créanme, que no les gustaría volverse una Onda Esparcida...>>

- ... y eso, créeme, no es bueno.
- ¿... O-o-onda Esparci-cida? - dije, algo pálido-
- Sí, tu cuerpo se convierte en un haz de luz que se proyecta hacia atrás, dejando un rastro de explosión luminosa dividida en fragmentos de colores. Es un espectáculo horrible y hermoso al mismo tiempo, si me permites.
- ¿Y se-se supone que eso es sinóni-nimo de mu-muerte? - ya estaba pavorizado a estas alturas-
- No es sinónimo, pero sí, porque no sabes a dónde llegarás después. Considera esto de las Ondas Esparcidas como un secreto entre ambos, ¿quieres? - susurró Ukt, al ver que el resto ya estaba listo con sus enemigos-
- ... Claro, pero coméntales lo del Guantelete y su escudo raro... - dije, mientras me dirigía de vuelta al grupo, cuando noté un extraño fulgor verde emanando del cuerpo destrozado de mi rival robótico- ¿Huh? ¿Y esto?

Me acerqué lo suficiente, pero incluso antes de llegar por completo, el fulgor saltó sobre el Guante y un brillo verde me cubrió. Del Guante surgió una especie de "barra" que se llenó bastante (casi estaba depleta la "barra" esa), y luego los brillos pararon. Me surgió la duda.

- Ukt, ¿y ese brillo? - dije, retomando el rumbo-
- Ah, es Aura Vital, la energía que requiere el Guantelete para mantener los escudos.
- Y si un escudo se rompe, ¿existe forma alguna de que se regenere?
- Claro, pero debe pasar un poco de tiempo, luego el escudo se regenera, pero a niveles críticos.
- Oigan, ¿qué tanto secretito acá? - preguntó Cello-
- Ah, ya no importa. Tengan, les regalo esto - dijo Ukt, quien salió de mi reloj y materializó frente a nosotros tres un pergamino-. Este es su primer Don Ektoriano. Valórenlo, pues es el más valioso de todos: Don 01: Restauración.

El pergamino, al momento de entrar en contacto con nuestros Guantes, se desvaneció mágicamente en ellos, como formando parte de nosotros ahora. Se sintió impresionante, de veras. Después de eso, Ukt les explicó a los otros dos lo de los escudos, pero omitió lo de la Onda Expansiva por alguna razón aparente, no sé por qué.

Casi al final del pueblo, andaba un sujeto extraño, de sombrero de copa, con traje y una moneda. Nos miró de forma desafiante a nosotros, sin embargo, no atinó a moverse y sacó tres cartas al azar, que nos lanzó con gracia a los tres. A Cello le tocó un 7 de trébol. A Nathan, un 3 de corazón. A mí, un Rey de diamantes. En seguida se dirigió a mí.

- ¡Ah, Rey de diamantes! ¡Pasa al frente, por favor!
- ¿Y-yo? - dije, con un tono desconfiado-
- ¡Sí, resultaste ganador del sorteo! ¡Pasa al frente!
- Pues, bien... - dije, y me acerqué un poco-
- Ahora, desenvaina... - dijo, y sacó usando magia un bastón extraño, con una gema en un extremo, dirigiéndose con violencia hacia mí-
- ¿¡Pero qué?! - alcancé a reaccionar y bloqueé a tiempo con mi Arcadia antes de poder recibir de lleno el impacto- ¿¡Qué diablos te pasa?!
- ¡Oh, la alegría de Milord cuando sepa que yo, Antoine Crucci, Mago experto, logré eliminar con éxito al de la camisa negra, será exuberante! - dijo, mientras intentaba acertar otro golpe que conseguí bloquear-
- ¡Ya estuvo! ¡Ahora va en serio! - dije, mientras me movía con gracia para rodearlo y atacarlo con todo-

La pelea estuvo extensa. Él usaba su bastón para golpearme directamente, yo contraatacaba con mi sable activamente. Cuando las cosas no andaban bien con él, pues, recurría a usar magia conmigo, atacando con monedas o con cartas, que, por cierto, eran fáciles de bloquear y de evitar.

¡De repente, en medio de la pelea, decidió usar su bastón rarito para dispararme! Las balas eran veloces, apenas sí tenía tiempo para apartarme del peligro o para esquivar, y otras me llegaban de lleno. Era algo completamente inesperado, que dio un nuevo giro a ese combate. Ahí se me prendieron los ánimos, y decidí hacer uso de mi especial. Así que fui de lleno a atacarle con un Tiro Plasma, pero cuando voy corriendo cargando el tiro, ¡este se coló de lleno en el filo del sable! ¡Era una oportunidad perfecta! Antes de que pudiera disparar su último tiro, salté de lleno y lo golpeé con el sable de frentón con este nuevo especial.

- ¡G-ghah!  - gritó Antoine al recibir ese impacto, que le dejó un enorme tajo. En donde quedó el tajo, comenzó a brillar intensamente- ¡M-Milord, perdóneme! ¡¡PERDÓNEME, LORD GHOS!! ¡¡AAAAAAAAAAAAARGH!! - alcanzó a gritar, antes de que su cuerpo se convirtiera en una Onda Expansiva al cielo-

Antoine explotó. Así es, explotó. Habíamos- no, había triunfado. Sin embargo, había algo en sus palabras que me dejaron marcando ocupado... ¿Quién era Ghos? ¿Qué era Ghos? ¿Por qué es que ese tipo azaroso decidió atacarnos?

Las dudas quedaron en el aire mientras salíamos de ese pueblecillo. En el segundo pueblo no parecía haber invasión, por lo que aprovechamos de reposar energías y de comer algo, antes de seguir nuestro camino.

Por cierto, ese ataque que me salió, lo apodé "Corte Plasma". No está en los nombres originales, pero es bastante mono el nombre, y encuentro que es digno de una guía."

Tan rápido? Al otro, entonces!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario