miércoles, 4 de junio de 2014

La negación del inverso es el opuesto de mi contrario.

Te agrado o me detestas.
¿Una molestia que te divierte un rato?
O un ingrato que tratas con modestia.

Si te saludo es por cortesía, 
no me juzgues, no malinterpretes,
es voluntad tuya tender tu mano
para estrecharla con la mía...
O posar tu rostro si eso quieres.

¿Me molestas porque te entretiene molestarme?
Y si no me molesto y actúo sereno,
¿Te molesta a ti acaso?

¿Me detestas o me quieres?

En realidad no me importa,
pues tengo tu atención.
Y el saber que existo para tí
da dirección a mi querer...

... pero no sé hacia cual sentido.

-FADA